A continuación, se explican algunos de los beneficios que aporta contarles una historia a los niños antes de conciliar el sueño:
Potencia el amor por la lectura. Desde que son pequeñitos esta actividad cultiva el amor por la lectura al relacionarlo con una práctica que genera momentos de disfrute en familia. Es importante que se les inculque desde temprana edad para que se acostumbren y que una vez que puedan leer por ellos mismos lo incorporen como un hábito y se convierta en una actividad que les de placer realizar.
Fortalece la relación entre padres e hijos. El momento de la lectura antes de dormir crea recuerdos inolvidables para padres e hijos. Se establece un espacio de intimidad y complicidad entre ambos. Comentar el relato, emocionarse y crear nuevas historias en torno a él reforzará el vínculo de amor. No hay nada que los niños disfruten más que compartir momentos con papá y mamá, así que se puede sacar provecho para conocer gustos, miedos, virtudes y problemas de los hijos.
Ejercita y desarrolla la mente. Los niños al exponerse a la lectura de cuentos ejercitan la actividad del cerebro y elaboran razonamientos originales. Desarrollan la inteligencia aprendiendo de los relatos, a discernir entre lo bueno y lo malo, aprenden los conceptos básicos sobre las sociedades y la vida en general. Les ayudará a desarrollar su capacidad lógica de manera más efectiva desde pequeños. Además, la gran variedad de géneros que existen servirá para que conozcan distintas narrativas e historias, y los invitará a abrir más su mente.
Despierta la imaginación. La imaginación es uno de los factores más importantes en el desarrollo de los niños. Los cuentos ayudan a desplegar esta imaginación y a fomentar el desarrollo de distintas capacidades para visualizar personajes, lugares y circunstancias a partir de los relatos que escucha diariamente. Asimismo, despierta la creatividad de los pequeños para elaborar sus propias historias y encontrar soluciones a las distintas situaciones que se les plantean, lo que hará que piensen con mayor rapidez y eficacia.
Mejora el lenguaje y la atención. La diversidad de historias permite mejorar el lenguaje de los niños. El escuchar diariamente una amplia variedad de palabras nuevas les permitirá, inconscientemente, enriquecer su vocabulario y poder expresarse mejor. Por otro lado, la lectura requiere atención. Al desarrollarse en un momento y lugar determinado, el niño está inmerso en esa actividad y se concentra plenamente en el relato anulando todo tipo de distracciones externas. A medida que crezcan tendrán una mejor atención y les servirá para aprender a concentrarse de lleno en una actividad determinada.
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